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sábado, 17 de enero de 2015

Mi Autobiografía: Gloria Elena Betancourd San Juan

INTRODUCCIÓN
            El presente trabajo tiene como finalidad hacer una reflexión acerca de los procesos de adquisición que se ha tenido acerca de la escritura, así  como la relación que se ha tenido  con ella a lo largo de nuestra vida, esta recapitulación nos ayudara a entender porque muchas veces tenemos una resistencia a leer, pero sobre todo a escribir argumentando que no poseemos la habilidad o el don para hacerlo y decir “no puedo y no puedo, yo no nací para ello.”
            Primeramente hago referencia de mis datos personales, en qué año naci, en donde, quienes son mis padres, a que se dedican, que lugar ocupo dentro de la familia, esto para saber si desde niña estuve cobijada y por ende en contacto con un ambiente alfabetizador.
            Para ello doy a conocer mis primeros acercamientos con la escritura, los cuales fueron gracias a mis hermanos que los veía como ejemplo, pero sobre todo a mis padres, que aunque tenían la primaria trunca, siempre pensaron que lo mejor para cada uno de nosotros era el estudio.
            Mi paso por la primaria fue muy agradable hasta que el último de mis hermanos termino sexto grado y tuvo que cambiarse de escuela para continuar con la secundaria, en tanto yo, me tuve que ir adaptando a estar con mi hermana menor, pues sería yo la que cuidaría de ella. Mientras en cuestión de enseñanza tuve buenas y malas maestras, pero gracias a la ayuda de mis hermanos que me ayudaron  fui superando cada una de las experiencias que viví en este nivel.
            Durante la secundaria tuve una escritura escolarizada, se trataba sólo  de escribir para obtener una calificación, aunque los maestros nos ponían a leer, no llegábamos a compartir los textos en la comunidad escolar, por lo que consideraba que no era trascendental. 
Por consiguiente mi etapa en el bachillerato tampoco fue tan afortunada, aunque si me fomentaron el amor por las obras, no recuerdo haber elaborado un texto escrito referente a los contenidos de los libros que leíamos, y si lo hice fue sin ninguna trascendencia, sin embargo,  aquí  fue donde leí más obras por gusto que por obligación.
Ya en la universidad se me presentaron varios problemas, pues tenía maestros más estrictos, se me complicaba muchísimo el escribir para expresar mis ideas, de ahí que me vi en la necesidad de desarrollar un poco más la escritura al realizar  cada una de las actividades solicitadas, en especial de un académico que estaba al pendiente de nuestra escritura, aunque si me faltaba mejorar en mucho la estructura de mis textos.
Como docente me vi con el compromiso de escribir bien, digo, por lo menos no tener faltas de ortografía o evitar al máximo las faltas de ortográficas pues el estar en contacto con mis alumnos con la lecto escritura no es una tarea fácil, es una tarea muy delicada, pues mucho depende de nosotros que los alumnos que tenemos a nuestro cargo, adquiera de manera idónea este proceso, estando muy consciente de no repetir los mismos errores que se cometieron en nuestra formación académica. De ahí la necesidad de proporcionar lo mejor de uno como docente.
Y para concluir esta autobiografía encontraremos las conclusiones las conclusiones a las que se llegó después de hacer un autoanálisis, de hacer conciencia de cuáles son las fortalezas y mis debilidades que me han formado a lo largo de mi vida, pero sobre todo el contacto que he tenido con la escritura.
MI RELACIÓN CON LA ESCRITURA
AUTOBIOGRAFÍA
Muchos niños y niñas aprendemos nuestros primeros intentos de escritura   antes de llegar a  la escuela.
¿Cuántas veces no nos ha pasado la desagradable experiencia de no saber que escribir cuando estamos frente a una hoja en blanco? ¿Cómo comenzar? y ¿En qué orden? Después de un rato de espera las ideas  empiezan a  fluir en nuestra mente, llegan a nuestra memoria ideas, se empieza a iluminar nuestro pensamiento.
            No es nada sencillo hablar de nuestro aprendizaje y la relación con la escritura  Hasta ahora no me había detenido a pensar tan solo por un momento como fue  que empecé a escribir, cómo, cuándo o dónde, no lo recuerdo con mucha precisión.
La historia inicia en 1967 año en el que se presentaron varios acontecimientos importantes en el mundo por ejemplo  se realizaron en la medicina estudios y se descubrieron  procesos fisiológicos y químicos del ojo humano, se lanza  “Saturno V” desde Cabo Kennedy.  Entre muchos otros mueren  Azorín  en Madrid era un gran escritor, y escribió numerosos libros y Ernesto Che Guevara:  revolucionario y líder político latinoamericano, cuya negativa tanto al capitalismo como al comunismo ortodoxo le convirtió en un héroe de los grupos de izquierdistas;  El Apolo 1 se incendia durante una prueba en donde fallecen los astronautas.
.Mientras que en México se vivía en la antesala del movimiento estudiantil  plagado de represión y abuso de autoridad por parte del gobierno ante la rebelión contra el estado. En tanto en el arte y literatura Gabriel García Márquez publica “Cien años de soledad”. Y Mario Vargas Llosa  “Los cachorros”. En la música estaba en su apogeo la banda británica de rock Bee gess, los The Rolling Stones y los The Beatles, y el acontecimiento más importante de este año, mi nacimiento el 26 de enero, fecha trascendental para mi familia.
Nací en Comalteco Veracruz, por  accidente, pero no porque no me quisieran como decía mi padre que en paz descanse, y que en vida llevara el nombre de Vicente Betancourt Gómez,  sino porque, en aquel año mi padre quien era el baterista de una famosa orquesta denominada las “Traviesos del ritmo”  andaban de gira artística por aquellos lugares y mi madre dedicada a las labores del hogar  se encontraba embarazada y a unas cuantas horas  de dar a luz a una hermosa bebita,  se le ocurrió acompañarlo, por lo que me vi forzada a nacer en aquel pintoresco lugar.
Mi residencia siempre ha estado en Papantla de Olarte Ver, y fue mi padre quien escogió mi nombre Gloria Elena, el cual lo  seleccionó de uno de los valses muy famosos de aquella época que interpretaba  la orquesta.
Ocupo el lugar número quinto  de una  familia integrada por  tres hermanos mayores y tres hermanas, las mujeres tuvimos una infancia muy bonita, pues mi padre le enseñaba a mis hermanos que deberían de cuidarnos, no sólo por el hecho de  ser las hermanas menores, sino por ser mujeres, ya que recuerdo muy bien que mi padre   jamás le levantó  la voz a mi madre.
Al ser hija de padres que no concluyeron sus estudios de primaria, no tuve el ejemplo por parte de ellos, pues el ambiente era más de juegos que de observar un ambiente alfabetizador y no fue hasta  cuando tuve  4 años; cuando ese ambiente alfabetizador se volvió un poco más formal.
 Mis hermanos   asistían a la escuela por la mañana, mientras mi hermanita y yo jugábamos, en tanto la más pequeña, que  apenas tenía 2 años  la cuidaba mi mamá. Al regresar de la escuela mis hermanos comían, descansaban,   jugaban un rato  y cuando llegaba  mi padre  se ponían a hacer la tarea, Pues  era él quien se encargaba de la educación de mis hermanos, tengo muy presente como les trataba de enseñar, era muy estricto para hacerlo, tanto así que recuerdo como los llamaba la atención para que escribieran bien.
Por lo tanto desde pequeña me vi envuelta entre letras y regaños por parte de mis hermanos, pues les tomaba siempre sus lápices o colores de madera y rayaba sus libros, cuadernos e inclusive, rayaba las paredes de la casa  tapizándolas de diferentes colores, haciendo líneas, círculos, figuras y/o jeroglíficos que parecía que a nadie les gustaba o hacia gracia, sólo a mi padre, pues mi mamá se molestaba mucho,   porque ella era la que limpiaba o ayudaba a mis hermanos a borrar mis obras de arte
            Siempre o casi siempre trataba de sentarme con ellos cuando hacían la tarea, disfrutaba hacer lo que mis hermanos me ponían, entre puntitos, palitos  y bolitas tenia lleno mi cuaderno que mi mamá me compró para que ya no rayara más los libros, aprendí a recortar con ellos, aunque en muchas ocasiones me escondían las tijeras para que no les hiciera alguna travesura a sus cosas.
Para el aprendizaje integral se da de la mejor manera en un ambiente social de colaboración Goodman y Goodman  Cuando el niño  realiza una actividad en compañía de un adulto o de otro niño más experimentado, es capaz de hacer y aprender más que cuando realiza una actividad solo, activando la llamada zona de desarrollo próximo de Vygostsky ( Godman y Godman 1993) Los niños que crecen en sociedades letradas están rodeadas de lengua escrita , desde mucho antes que su ingreso a la escuela, comienza por tanto a darse cuenta de la lengua escrita.
Durante estos dos años, aprendí a escribir mi nombre, uno de mis  hermanos dice que aprendía muy rápido, porque veía como lo hacían los demás y una vez que ya sabía cómo escribir mi nombre, me ponía a escribir  palabras para que no lo molestara. Así poco a poco fui aprendiendo, y  casi para entrar a la primaria ya escribía  frases  que tradicionalmente se siguen utilizando en el ejercicio de la enseñanza de la escritura,
  Reconocer la importancia de la alfabetización en la institución escolar, sin embargo corresponde reconocer el hecho de la realidad sociocultural, Geaney , menciona que demostrar cuán importante es la comunicación en el hogar para desarrollar las primeras etapas de la alfabetización (Greaney 1996:13)
No crean que aprendí  a leer o a escribir, pues sólo repetía lo que me ponía, tal vez en ese momento sin ningún sentido, sólo descifraba pues escribir y leer es otra cosa creo que aprendí a leer como a los cinco o seis años gracias a la constante ayuda de mi hermano que lo hizo, porque para mí era solamente  un juego, por lo menos ya sabía  escribir mi nombre
            Cuando cumplí los 6 años me inscribieron en la  escuela  primaria Rodolfo Curti,  de ahí recuerdo a muchas maestras, tal vez fueron las mejores, aunque no todas con vocación, pues había quien se interesaba porque aprendiéramos, y algunas otras casi siempre estaban enojadas y seleccionaban a las niñas que eran hijas de familias acomodadas. Es importante recordar que fue mi primer acercamiento con el aprendizaje  formal con la lengua hablada y escrita, de ahí que no fue de todo grato, pues, en vez de encontrar atención sólo había regaños y jalones de orejas.
Otra aspecto importante fue el cambio de primero a segundo grado, lo recuerdo muy bien porque la maestra me dicto una serie de palabras y oraciones,  y al siguiente día me paso a otro salón, yo no sabía para que era, lo que sí recuerdo es que estaba con otros compañeritos; con la maestra de segundo  aprendí la lectura y la escritura con el método tradicional  pues  se me enseño mediante planas,  utilizando la memorización al momento de la evaluación, siendo estas mis bases en el ámbito educativo.
Se sabe que escribir no es una mera transcripción del lenguaje oral, por lo que Finocchio afirma comprender la cultura escolar relativa a la escritura es la habitual disociación entre los significados que se le asignan al escribir en la escuela y los asignados fuera del ámbito escolar (2009) de ahí que lo que había aprendido me parecía muy diferente a la forma en que me enseñaban mis maestras
            Recuerdo que me gustaba escribir, en cuarto y en quinto grado, un día se nos invito a escribir un cuento para Todos santos, le puse muchas ganas pues le preguntaba a todos mis familiares para poder elaborar mi cuento para  que  fuera el mejor y pudiera ser compartido, pero desafortunadamente la maestra sólo  lo leyó ella, ya que serviría para una parte de la evaluacion. Galaburri (2008) nos dice que las prácticas de la escritura dentro de la escuela tienen un solo destinatario: el maestro y una solo finalidad: la evaluación.
            Ya en sexto grado, ya me había acostumbrado a todo, a mis maestras por grado, a mis compañeritos, tanto así que  cuando fue la graduación llore, llore y llore, pero recuerden que egrese de 11 años e ingrese a la Secundaria General Papantla, Aquí recuerdo a mi maestro de español, muy bueno el cual aplicaba estrategias para compartir su conocimiento, era agradable escucharlo cuando explicaba aunque no compartíamos con los demás compañeros nuestros ejercicios se quedaban en el cuaderno, por lo que Delia Lemer propone que “La versión escolar de la lectura y escritura no debe apartarse de la versión social no escolar (Lerner 2003)
En este nivel, sentí un gran cambio de ya que aquí  tenía un maestro por cada asignatura, no me fue difícil acoplarme, pues me gusto como enseñaban, algunos maestros como el de español de segundo grado, nos motivaba a leer obras literarias, pues su método para motivarnos era subiendo puntos si es que leía una obra completa, así como haciendo resúmenes de cada una de las obras que nos pedía, pero que recuerde nunca formamos círculos de lectores, o alguna otra estrategia para compartir la lectura.
Durante el tercer grado aprendí las reglas gramaticales estudiándolas diversas corrientes literarias como el romanticismo, el realismo, sólo memorizábamos las características de cada una de estas corrientes, sus autores, sus obras, pero no recuerdo haber elaborado ningún producto que retroalimentara el conocimiento.
            Ya en la preparatoria asistí a la preparatoria Papanteca, fue un poco más libre mi enseñanza, pues ya los maestros  sólo iban por horas, no tenían el perfil de docente, ya que varios de ellos  eran de otras áreas del conocimientos, por lo tanto sus estrategias didácticas para enseñar de algunos maestros cumplían meramente con este requisito,
 Recuerdo por ejemplo al maestro de filosofía, quien implementaba estrategias para la lectura, dejaba obras para leer, y retroalimentaba cuando se terminaba de leer la obra. Aquí aprendí a leer por gusto, leyendo obras como María, El periquillo Sarmiento, El coronel no tiene quien le escriba,  Huasipungo, Marínela, entre otras.
Una de mis clases favoritas era la Taller de Lectura y Redacción aunque irónicamente nunca redactamos nada, solo aprendíamos las reglas gramaticales, tampoco se nos invitaba a leer algún libro y mucho menos elaborábamos reportes de lectura
La escritura es una herramienta de construcción del saber y no solo instrumento para expresarlo Castedo menciona que mientras se logre que a los niños se relacionen  placentera y eficazmente   con la lengua escrita, es un desafío que la escuela debe cumplir con la intensión que los sujetos continúen su proceso de alfabetización.(1995) 
Recuerdo cuando fui a apartar mi lugar a la universidad, nos quedamos desde las 11 de noche haciendo largas filas para sacar ficha, pero valió  la pena logre pasar mi examen a la universidad eligiendo la licenciatura en Pedagogía, aquí mis maestros eran más exigentes, desafortunadamente no llevaba buenas bases y me costó mucho adaptarme al ritmo de trabajo del nivel universitario.
 Se me presentaron varios problemas, pues tenía maestros más estrictos, se me complicaba muchísimo el escribir para expresar mis ideas, de ahí que me vi en la necesidad de desarrollar un poco más la escritura al realizar  cada una de las actividades solicitadas, en especial de un académico que estaba al pendiente de nuestra escritura, aunque si me faltaba mejorar en mucho la estructura de mis textos.
Al terminar mi preparación me invitaron a trabajar en un bachillerato e inicie irónicamente con la materia de Lectura y Redacción que de redacción no nos marcaba nada el programa,  más tarde en una secundaria en donde fui directora.
A lo largo de mi vida profesional lo que he hecho es para cumplir funciones propias de mi labor docente como por ejemplo las observaciones que se realizan al final de cada ciclo escolar, reportes de los programas que se llevan a cabo durante el ciclo.
Mis prácticas de escritura han ido cambiando a lo largo de mi vida profesional, pues uno nunca deja de aprender, debemos estar en constante capacitación y actualización para lograr los objetivos que tenemos y debemos cumplir  como docentes.   



CONCLUSIONES

Esta autobiografía me ha hacho reflexionar de la importancia que tengo en el ámbito educativo, si voy por el camino correcto con mis alumnos o si estoy cayendo en una educación tradicionalista, en la cual la escritura solo la utilizamos como un instrumento sin sentido, dentro del contexto social.
Debemos enseñar que lo que se escribe dentro del salón de clase está presente en su realidad, es decir que tiene  sentido fuera de ella, que le sea de utilidad, por lo tanto los textos deben  con los que trabajemos deben estar relacionados con su entorno e intereses de los alumnos, no deben ser aislados de su realidad.
Como docente debemos ayudar al niño l proceso de adquisición formal de la lengua hablada y escrita ya que como lo menciona Galaburri el propósito de la escuela es enseñarlas prácticas sociales de la lectura y la escritura para contribuir en la formación de los alumnos como lectores y escritores (2008)
Es nuestra responsabilidad enseñar a escribir a los jovencitos y niños, pero sobre todo de nosotros depende que le tomen amor y utilidad a esta práctica y en la que siempre encontraremos problemas relacionados con la escritura por lo que debemos darle solución.
Una situación muy importante, relacionada a nuestra formación, pues hay que estar muy atenta de no cometer los mismos errores, que tal vez se cometieron mis maestros conmigo, sin darse cuenta, así como  otro aspecto que no se debe  descuidar  es el trato con los niños, pues somos nosotros los que queremos que confíen en uno para poder apoyarlos, pero si no le demostramos esa confianza, usar las palabras  adecuadas  y necesarias para generar un ambiente agradable ya que las palabras mal medidas pueden afectar más que un golpe .
Otro aspecto que no podemos pasar por alto es el predicar con el ejemplo, hacer lo que queremos de ellos, si queremos que escriban, tenemos que escribir, compartiendo los alumnos  aspectos de interés, que puedan ser compartidos con los alumnos.
De  acuerdo con el plan y programa de estudios 2011, se  busca que el niño utilice las prácticas sociales del lenguaje de manera efectiva existiendo un proceso de apropiación de la escritura dándole un buen uso y sentido, que sepan que nos ayuda a satisfacer las necesidades de comunicación.
Alcanzar los propósitos de la educación es tarea de todos los involucrados en la formación de los niños y jóvenes, pero sobre toda nuestro, porque somos nosotros los directamente involucrados para que se cumpla el proceso educativo.


                                         BIBLIOGRAFÍA

Castedo  M. L. (1995) Lectura y vida, Construcción de lectores y escritores, año 16 (3) (pp. 1-21)

Finocchio A. Ma. (2009). Conquistar la escritura: Saberes y prácticas escolares (pp. 49-79.  La escritura en la escuela Los sentidos de escribir dentro y fuera de la escuela.  Buenos Aires. Paidos

Garaburri M. L. (2008) La enseñanza del lenguaje escrito en la escuela. Un proceso de construcción (pp25-03) Buenos Aires  SEP – Novedades educativas.

Lerner D. (2001) Leer y escribir en la escuela , lo real lo posible y lo necesario “ en Leer y escribir en la escuela , lo real, lo posible y lo necesario (pp 25-37 ) México Fondo de Cultura Económica

Pellicer y S.A  Vernon (Coords) (2004) Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula (pp. 197-226) Laboratorio de de Metodología de la Educación Básica. Lenguaje y Comunicación (pp. 60- 74) Xalapa SEV. UPV.MEB.


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