INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es
una autobiografía de mi vida que narra vivencias como persona y profesional
dentro de la cultura escrita, en este sentido responde a una forma de conocer
quiénes somos como maestros en cuanto al terreno de la escritura, pues a través
de ella hacemos un recorrido centrado en hábitos de lectura y escritura. Así
mismo, dentro este texto, hacemos uso de la palabra escrita para reflexionar
sobre nuestras formas de adquisición de la escritura, sobre la que respondemos
a una serie de interrogantes que propician respuestas de ¿quién soy como
escritor?
Y en donde es menester
responder a ello, como mediadores de conocimientos, porque es necesario
primeramente reflexionar sobre nuestra propia práctica como persona, para
reconocer carencias y virtudes que lleven en un determinado momento a cambiar
viejas rutinas por nuevas prácticas con la finalidad de transformar nuestro
trabajo como docentes en el rubro de escritores.
De este modo, a través
de esta autobiografía narro con mis propias palabras las experiencias por las
que pase dentro del mundo de la lectura y escritura, tarea no tan fácil pues
toda vivencia fue cambiada durante los años de la educación básica y en donde
intervinieron incontables docentes que contribuyeron a cambiar mi forma de
escribir buscando estrategias para favorecer aprendizajes, de las cuales unas
resultaron placenteras por la forma de enseñanza y otras resultaron tediosas,
poco significativas derivadas por una enseñanza tradicional que lejos de
mejorar ayudaron a continuar con viejas rutinas.
Por consiguiente el
desarrollo de dicho trabajo responde a algunas de las siguientes interrogantes:
¿Cuándo, dónde y con quiénes aprendí a escribir?, partiendo de esta
interrogante responde como fue el aprendizaje de mi escritura dentro de mi
educación básica recuperando experiencias sobre las viejas formas de enseñanza
que contribuyeron en un momento dado a ciertos aprendizajes de lectura y
escritura. También recupero dentro de ella, ¿qué clase de textos he escrito a
lo largo de mi vida personal y profesional? Externando los distintos textos que
he escrito en mi infancia y adolescencia que contribuyeron a sentir el gusto
por escribir, pues considero que me resulta más fácil escribir que expresar mis
ideas oralmente.
Por otro lado, menciono
como han cambiado mis prácticas escritas de estudiante a maestro, maestro a
maestría y con la presencia de las TIC, este apartado fue trascendental para
enriquecer mis prácticas como escritora, pues me han dado pautas para mejorar
constantemente mis escritos. De igual modo presenta ideas de como he ido
relacionando mis experiencias letradas con mi concepción de enseñanza de la
lengua en la escuela.
Para finalizar, se presentan las conclusiones
finales en donde se expresan los aprendizajes significativos construidos
durante la elaboración de la autobiografía y las contribuciones que tuvo como
persona y profesional en el aspecto educativo.
AUTOBIOGRAFÍA
Mi nombre es Karina
Gaspar Bautista, vivo en la ciudad de Papantla, Ver, lugar en el cual realice
mis estudios de Educación Básica y Educación media superior, mis estudios de
nivel superior los realice en dos lugares, primero en Poza Rica, Ver con la
carrera de Lic. Trabajo Social, la otra carrera fue la Lic. en Educación
Primaria para el medio Indígena realizándola en Cuetzalan, Puebla.
A lo largo de toda mi
vida, los estudios realizados fueron muy significativos para el aprendizaje de
la cultura oral y escrita, cada espacio educativo a través de sus contenidos me
dejo conocimientos relacionados a mi forma de escribir, de leer, de comprender
distintas situaciones. A la edad de 4 años inicie mi educación Preescolar, lo
realice en el Kínder “Nimbe”, donde me enseñaron mis primeros trazos,
trabajando actividades de motricidad fina, recuerdo que trabajé dibujos grandes
que tenía que colorear con crayolas, la educadora me enseño a no salirme del
contorno, de esta manera aprendí contenidos de colores, tamaños, trazos.
Recuerdo que cuando
pase a tercero de preescolar, la maestra comenzó a enseñarme trazos por medio
de planas de bolitas, palitos, curvas, líneas rectas, inclinadas, siempre
guiando la direccionalidad de mis trazos, para que aprendiera a hacerlo bien,
también me enseño a identificar mi nombre, aunque nunca aprendí a escribirlo,
solo reconocía algunas letras. Por otro lado, también me enseño a identificar
el sonido de las vocales, considero que las mecanice tanto, que cuando me
preguntaban con algunos dibujos no trabajados, no sabía con qué vocal empezaban,
eso quería decir que no comprendía la utilidad de las vocales.
A la edad de los 6 años
ingresé a la primaria “María Gutiérrez”, turno vespertino ahí fue donde aprendí
a escribir mis primeras palabras y leer mis primeras lecturas, recuerdo que la
maestra de primero trabajaba el método silábico, ya que su pizarrón verde con
el cual trabajaba estaba trazado en cuadritos para escribir silabas. Ella
siempre trabajaba dictado de sílabas, grafías con s, m, l, p entre otras, de
esta manera en primer grado empecé a leer mis primeras palabras y pequeños
textos a través del método silábico.
El apoyo de mis padres
fue fundamental para lograr este aprendizaje también, ya que mi mamá y mi papá
fueron muy exigentes conmigo, no me dejaban ir a jugar o dormir si antes no
lograba leer o escribir bien, siempre me tenían en una mesita trabajando,
jugaba muy poco, se la pasaban regañándome cuando no podía hacer las cosas
bien, considero que el aprendizaje de mi lectoescritura no fue tan motivante,
aprendía a leer pero sin comprender, a leer porque si no lo hacía o pronunciaba
correctamente mis papás me regañaban.
En el transcurso de mi
educación primaria fui avanzando en mi escritura, más que mi lectura, porque la
mayoría de las actividades era copiar lecturas de libro de español y eran
extensas, las encargaban de tarea, para salir al recreo, para terminar las
clases, todo era escritura, así mismo encargaban muchos cuestionarios a
responder de Historia, Geografía, Ciencias Naturales. Fue así como comencé a
aprender a escribir, pero aún mis trazos eras torpes, porque hacia mis letras
grandotas, solía escribir sin separar, todo por hacerlo rápido y terminar
luego, así concluí mi primaria, sin mejorar en trazos, tenía una escritura muy
pésima, con faltas de ortografía, pues no sabía hacer buen uso de ella.
Cuando ingrese a la
secundaría, continué con el mismo sistema de escritura, no mejoraba, me encargaban
contestar cuestionarios para estudiar para el examen, eso me hacía memorizar
conceptos, definiciones, me costaba mucho trabajo comprender contenidos, debido
a que solo estudiaba para el examen, después de un tiempo determinado se me
olvidaba. Recuerdo que solo mi maestra de Español me revisaba ortografía, pero
solo me marcaba mis errores, no me ponía a corregirlos y los demás maestros
nunca me revisaban la ortografía, solo revisaban sin considerar si estaba bien
o mal mis respuestas o la escritura de mis textos.
Hasta que me incorporé a
la Preparatoria, ahí fue cuando comencé a tomarle sentido a mi escritura y a mi
lectura, ya que mis maestras de Metodología y Taller de Lectura y Redacción
comenzaron a corregirme ortografía, cuando escribía palabras incorrectamente me
la señalaban y me mandaban a hacerla 50 veces, teníamos un cuaderno especial
para trabajar escritura, si volvía a tener el mismo error era hacerlo el doble,
es decir 100 veces, fue cuando comencé a preocuparme por ser más cuidadosa en
mi escritura, ahí es donde aprendí que la palabra a través, se escribe separado,
con s al final y acentuada en la e. Estos ejercicios son muy
tradicionales para la escritura, pero a mí sí me dejo un aprendizaje, comencé a
indagar y a preguntar sobre cómo escribir palabras, en las cuales tenía dudas,
por el temor a equivocarme y volvieran a señalármelo.
Así mismo comencé a mejorar mi escritura,
porque comencé a hacer los trazos de mis letras más pequeñas, pues eran poco
entendibles, ni yo misma a veces podía entenderlas. En lo que respecta a mi
lectura, todavía tenía carencias para leer, sobre todo en la pronunciación de
palabras, ya que no sabía darle utilidad a los signos ortográficos, aunque veía
una coma o punto no lo daba la utilidad que le correspondía.
Cuando ingresé a la
Universidad en la Facultad de Trabajo Social, continuaba con errores de
escritura, poco a poco comencé a perfeccionarlo debido a que la mayoría de mis
maestros comenzaron a señalarme errores en mi sistema de escritura, esto
favoreció que mantuviera un compromiso conmigo misma para continuar trabajando
en mi escritura, la lectura poco a poco comenzó a tener más sentido, pues le
lectura cotidiana de mis materias lograron ser más eficaz la pronunciación de
los textos.
Después de concluir mi
carrera como Trabajadora Social, comencé a mejorar mis escritos, pues la
entrega de trabajos finales propició que asumirá con responsabilidad mi forma
de escribir, escribir sin tener errores ortográficos, escribir reflexionando
sobre el contenido, sin buscar el plagio de textos, esto me permitió ser más
cuidadoso al momento de escribir. Sin embargo, lo que me llevó a adquirir
mayores habilidades en el sistema de escritura fue la UPN, en la cual estudie
la licenciatura en Educación Primaria, la cual cambio mi vida completamente
porque realmente era lo que anhela estudiar, cada uno de mis trabajos
realizados fueron tan importantes, pues siempre escribía cuidando mi
ortografía, reflexionando sobre mis escritos, recuperando a teóricos que
dejaban aprendizajes en lo que refiere a la práctica docente.
Como dice Bernardette
Abaurre (1989) la interacción con la lengua escrita conduce necesariamente a la
reflexión sobre la lengua. El contacto con la lengua escrita, lleva
necesariamente a una reflexión, de esta manera se lee y se escribe para
aprender hacerlo de forma significativa.
En la mayoría de mis
escritos, siempre lo hice considerando el propósito de cada texto, me ayudo a
crecer profesionalmente, a perder el miedo para hablar frente al público,
considero que poco a poco he ido desarrollando habilidades, me ha permitido
crecer personal y profesionalmente, pues he mejorado en competencias
comunicativas escritas y orales, ya que soy una persona muy observadora,
cuidadosa, ordenada en todo lo que realizo tratando de perfeccionar mis
errores, me gusta que me hagan saber mis deficiencias o debilidades, aunque yo
misma las reconozco y trato siempre de mejorarlas, autoexigirme para lograr los
propósitos y metas que me he trazado.
Sin lugar a dudas, la
educación que he recibido a lo largo de todos estos años, se han complementado
y han contribuido a mejorar sobre mi quehacer docente, hablando como
profesional y también me ha permitido tener un crecimiento personal. El
aprendizaje de la escritura ha sido tan significativa en mi vida, porque me ha
permitido saber expresar mis ideas, sentimientos, emociones, tristezas,
alegrías, conocimientos, aprendizajes, ya que he escrito un sin de textos.
Por ejemplo, en mi vida
personal he escrito cartas a mis amigas para externarle mis estados de ánimo,
la típica carta al amigo secreto, a la persona que te gusta, que te llama la
atención pero sin entregarlas por pena, miedo, a escribir recados a mamá y a
papá para comunicarle mis sentimientos, a escribir anuncios sobre la venta de
algún producto que vendíamos en casa, escribir un diario personal donde
expresaba lo que me pasaba en el día, considero que eso también me facilitó hacer
descripciones en los trabajos de escuela, debido a la interacción constante con
ese tipo de textos.
Por otro lado, los
textos que he escrito en mi vida profesional son resúmenes, fichas
bibliográficas y de trabajo, cuadros comparativos, mapas conceptuales,
síntesis, paráfrasis, ensayos, narraciones, reseñas, diario de campo y diario
del profesor, notas informativas, canciones, poemas, descripciones, la mayoría
de estos escritos han sido trabajados con reflexión, análisis siempre
relacionando mi práctica docente.
De alguna manera, mis
prácticas escritas han ido mejorando gradualmente, recuerdo que cuando
estudiaba la licenciatura en Educación Primaria realizaba mis escritos en mi
cuaderno utilizando lápiz, para corregir en todo momento de equivocación, leía
y releía mis escritos, borrada, hasta que estaba convencida de ellos, empezaba
a transcribirlos en la computadora, aún después de haberlos leído, lo volvía
hacer y detectaba errores. Fue así como empecé a familiarizarme con textos, logré
vencer algunas muletillas que tenía con la práctica de la escritura, sin
embargo no del todo he logrado superar dichas dificultades. Mi formación
profesional como docente en la Licenciatura me ayudo a lograr mejorar mis
escritos, sin embargo, aún considero que me falta mucho por aprender ante la
cultura escrita.
El ingreso a la
Maestría me abrió un panorama más amplio acerca de la importancia en la
escritura, a detenerme a reflexionar sobre mi forma de escribir, si mis
escritos eran entendibles y transmiten el propósito del trabajo. El curso
propedéutico me ayudó bastante, a analizar mis necesidades como profesional, ya
que el curso de las TIC me brindó las herramientas necesarias para adentrarme
al mundo cibernético, a través del uso de ellas he logrado conocer materiales
significativos de trabajo, como el uso de mapas mentales a través de programas
específicos, el ingreso a páginas exclusivas de trabajo para compartir
información, interactuar con otras comunidades que permiten reflexionar y
compartir ideas acerca de mi práctica docente.
Así
mismo, el curso producción de textos académicos me sirvió para mejorar mi
sistema de escritura, pues me enseño a detectar necesidades, carencias que
tenía como escritor, en este caso problemas en la sintaxis, concordancia de
textos estos problemas fueron encontrados al escribir distintos textos. Lo
anterior me dio pauta, a detenerme a corregir estos errores, a reconocer las
necesidades que tengo y sobre los cuales tengo que trabajar para mejorarlos.
Por ello, puedo mencionar que el lenguaje oral y escrito tiene un papel central
tal y como lo menciona Vygotsky, ya que considera que es una de las
herramientas culturales más poderosas.
La
maestría me ha abierto nuevos caminos para el aprendizaje en mi cultura
escrita, considero que ahora soy más cuidadosa al momento de escribir,
detenerme a leer párrafo por párrafo hasta encontrarle sentido a mis textos,
tratar de ser muy objetiva, identificar la intencionalidad de cada texto con el
fin de ser explicita en lo que quiero comunicar, mi redacción ya no es la
misma, ahora escribo con la intensión de comunicar y ser más coherente en la
construcción de mis escritos.
En la actualidad me
preocupo por perfeccionar constantemente mis textos, leer autores que sustenten
los párrafos que establezco en textos de análisis de mi práctica profesional,
me gustaría en algún momento de mi vida escribir un pequeño libro acerca de mi
experiencia como docente, en donde dé a conocer cuáles son las necesidades,
carencias y fortalezas que se tienen en el ámbito de la docencia, con la
finalidad de reflexionar sobre ella e invite a todas las personas a sensibilizarse
sobre la tarea del profesor.
Del mismo modo, me
gustaría escribir un libro sobre mi vida, donde externara las vivencias que he
tenido como persona y profesional, la cual me resulta muy significativa pues mi
práctica profesional no ha resultado del todo sencilla, ha implicado tropiezos,
tristezas, alegrías, grandes esfuerzos que me han llevado a crecer como humano
y profesional, luchar por lo que ahora poco a poco he ido construyendo y que
gracias a enormes sacrificios me han dado excelentes resultados. Con este libro
pretendo motivar a las personas a luchar por alcanzar sus metas en la vida,
pues todo éxito depende estar en pie de guerra para lograr alcanzarlas.
Así también, hoy en día
me gustaría escribir o conformar una guía didáctica de trabajo para grupos de
preescolar, con la finalidad de presentar actividades innovadoras para
fortalecer el aprendizaje de los niños de dicha área, de alguna manera que para
las educadoras resulte un instrumento de trabajo eficaz para encaminar
aprendizajes significativos en los niños, claro está, sería un complemento dentro
de su práctica educativa, presentar juegos, estrategias didácticas con
actividades lúdicas que propicien en los niños momentos de aprendizaje
significativos.
Lo anterior, me ha
llevado a analizar que las prácticas de escritura son imprescindibles para
forjar grandes aprendizajes, ya que a través de ella puedes comunicar distintas
ideas, expresar sentimientos, presentar contenidos, comunicar mensajes de
distinta índole, puedes tener acceso a una infinidad de distintos textos por el
simple hecho de saber leer y escribir, puedes descubrir lo que encierra un
libro y parafrasear a través de textos lo que quiere dar a entender el autor.
Las prácticas de escritura son primordiales para toda persona pues te convierte
en escritores por la cotidianidad de enfrentarte a distintos tipos de textos y
que el día de mañana resulta significativos porque sabe emplearlos y darles
utilidad, por la interacción que se tuvo en un momento determinado.
Por consiguiente, mi
experiencia en cuanto a lectura y escritura, ha cobrado un interés primordial
como docente dentro del ámbito educativo, ya que ahora conozco la importancia
de trabajar las prácticas sociales del lenguaje en donde se trabaje la
oralidad, escritura y lectura, ahora mi concepción de enseñanza ha ido día con
día mejorando, busco siempre distintas alternativas de trabajo que recuperen
elementos culturales del contexto del niño con la finalidad de forjar un
aprendizaje significativo.
CONCLUSIONES
La innovación de mi práctica
docente a través de mis saberes pedagógicos, ha llevado a cambiar prácticas
rutinarias de lectura en donde solo tenían la finalidad de que el alumno
aprendiera pronunciar bien las palabras, a realizar bien sus trazos, a respetar
signos ortográficos, sin considerar alternativas de trabajo innovadoras,
motivantes para mis alumnos que consideren aspectos culturales del contexto.
Por consiguiente, mi
quehacer profesional va más allá, porque no solo trabajo la comprensión de la
lectura, ahora busco secuencias de trabajo que permitan trabajar distintos
tipos de textos cotidianos, recuperando dichos elementos de su contexto para
hacer más significativo los ambientes de trabajo. Lo que en algún momento aprendí dentro de mi
educación, ahora a través de mi constante formación, me ha llevado a
reflexionar sobre mi práctica docente y buscar estrategias que favorezcan
aprendizajes en los alumnos haciendo buen uso de las formas de lenguaje oral y
escrito.
A través de la
Autobiografía, pude reflexionar en torno a mi aprendizaje adquirido en las
distintas etapas de mi vida de lectoescritura y de alguna manera me permitió
visualizar como han cambiado mis prácticas de aprendizaje en torno a la lectura
y escritura, básicamente ahora me encuentro en una etapa profesional de
preparación en donde me he sensibilizado sobre la gran importancia que tiene
trabajar y planificar secuencias de trabajo innovadoras que permita trabajar y
hacer uso de las prácticas sociales de lenguaje.
El campo formativo de
Lenguaje y comunicación es uno de los más importantes, ya que en él se trabaja
el enfoque mencionado anteriormente y sobre el cual el docente debe contribuir
a forjar aprendizajes significativos, lo más importante es crear ambientes de
aprendizajes duraderos en donde el alumno aprenda a utilizar textos de distinta
índole con la finalidad de que acrecentar sus conocimientos y pueda el día de
mañana aplicarlos en situaciones de vida, que logre poner en marcha las
competencias adquiridas.
BIBLIOGRAFÍA
-
Finocchio, A. Ma. (2009). “La escritura
en la escuela” En Conquistar la
escritura: Saberes y prácticas escolares (pp. 49-79). Buenos Aires: Paidós.
-
Galaburri, M.L. (2008). “La enseñanza
del lenguaje escrito en la escuela”. En la
enseñanza del lenguaje escrito. Un proceso de construcción. (pp. 25-30).
Buenos Aires: SEP/ Novedades educativas.
-
Kalman, J. (2003). “El acceso a la
cultura escrita: la participación social y la apropiación de conocimientos en
eventos cotidianos de lectura y escritura” en Revista mexicana de investigación educativa, 8 (17), 37-66.
No hay comentarios:
Publicar un comentario